Una idea que brota

Corría el año quince del siglo que nos ha tocado en suerte y Catarsis acababa de ser presentada. Viajó por España y llegó a las tierras hermanas de América. Todo iba bien, pero yo sentía que me faltaba algo.

Es normal que cuando se entrega una novela sea el vacío quien ocupe su lugar y lo invada todo. Sin embargo, no solo de eso se trataba. Creía que la historia no había sido concluida.

Mi primera novela, Dharma, tiene a la joven María como protagonista y a Enrique como compañero inseparable en el camino. En la segunda, Catarsis, es Alonso el protagonista e Irene su nueva amiga. Me preguntaba qué habría sido de las vidas de éstos seres a priori secundarios.

Me interesé así por el destino de Enrique y por el de Irene. Dos almas bien distintas con caminos sin duda dispares. Intuí que si ambos pasaban a primera linea y nos contaban sus quehaceres, y su pasado, y sus anhelos… entonces yo alcanzaría el Cosmos, el equilibrio en una historia en tres partes que consideraba inacabada por entonces.

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  • Carlos Avenza
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    Como siempre…genial!! Me alegro de volverte a encontrar casualmente. Muchas felicidades por tus novelas y tus escritos.

    • eduardo
      Responder

      Muchas gracias Carlos. Me alegro de saber de ti. Un abrazo

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